La Agenda 2030 en la visión católica del mundo

marzo 30, 2023 Por soplodebendicion

En los últimos años, la Agenda 2030 ha cobrado relevancia en la escena internacional como un plan de acción para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos. Este plan, impulsado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), establece un conjunto de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que deben ser alcanzados por los países miembros en los próximos años.

Sin embargo, desde una perspectiva católica, es necesario analizar críticamente los fundamentos y la implementación de esta agenda. En primer lugar, la Agenda se basa en una visión reduccionista de la realidad, que considera al ser humano como un mero agente económico y promueve una concepción materialista de la vida. Esta perspectiva, alejada de la visión integral del hombre y de la dignidad de la persona, puede llevar a la instrumentalización de los seres humanos y a la reducción de su valor a una mera utilidad.

Además, se promueve la ideología de género y una agenda abortista, lo que supone una grave amenaza para la vida y la familia, pilares fundamentales de la sociedad. La promoción del aborto y la eutanasia como derechos humanos y la imposición de políticas de educación sexual contrarias a la moral católica son una muestra de esta ideología que busca subvertir los valores naturales y divinos.

Asimismo, la Agenda 2030 promueve una gobernanza global que socava la soberanía de los Estados y la libertad de los ciudadanos. La imposición de políticas globales en detrimento de la autonomía de los países y la creación de organismos supranacionales no elegidos democráticamente son una muestra de esta tendencia autoritaria que vulnera los derechos de los ciudadanos y las comunidades.

Desde una perspectiva católica, es necesario defender la vida, la familia, la libertad y la dignidad de la persona, y promover un desarrollo sostenible que tenga en cuenta la integridad de la creación y el bien común. En este sentido, es fundamental que los Estados y las comunidades locales tengan la capacidad de tomar decisiones que respondan a sus necesidades y particularidades, sin imposiciones externas que atenten contra su libertad y su identidad.

Es por ello que este nuevo orden mundial con su agenda representa un desafío para la visión católica del hombre y de la sociedad, y supone una amenaza para la vida, la familia y la libertad. Es necesario promover una alternativa que tenga en cuenta la integridad de la persona y que defienda los valores naturales y divinos. La construcción de un mundo más justo y sostenible debe estar basada en el diálogo, el respeto y la solidaridad, pero sin renunciar a la defensa de los principios fundamentales de la fe católica. El Papa Francisco ha hablado en varias ocasiones sobre esta agenda, y ha advertido que «la colonización ideológica» es una amenaza para la familia y la vida.

El sociólogo francés Gilles Lipovetsky en su libro «El imperio de lo efímero», habla sobre la cultura del individualismo y el nihilismo que está presente en nuestra sociedad actual, y cómo esta cultura va en contra de los valores cristianos. La Agenda 2030, con su enfoque en el individualismo y la autonomía, promueve esta cultura y va en contra de la enseñanza católica sobre el valor de la comunidad y el bien común.

El filósofo italiano Augusto Del Noce, en su libro «El crepúsculo de la revolución», habla sobre la revolución cultural y cómo ésta busca imponer una nueva moral y una nueva forma de vida, que va en contra de la tradición y de la religión. La Agenda 2030, con su énfasis en la diversidad y la pluralidad, busca imponer esta nueva moral y esta nueva forma de vida, que va en contra de los valores y principios de la fe católica.

En conclusión, este es un plan dañino que va en contra de los valores y principios fundamentales de la fe católica. Es importante que los católicos se informen sobre esta agenda y se opongan a ella, defendiendo los valores y principios de la fe católica. Como dijo el Papa Francisco, «no se trata de oponerse a la cultura, sino de proponer una cultura que sea verdaderamente humana».

Fuentes *

Wikipedia, Amazon, Buenas Lecturas